La reciente decisión de la Xunta de Galicia de asumir la gestión de cuatro autovías con peaje en sombra ha puesto en el foco este modelo de financiación de infraestructura pública. Aunque muchos conductores desconocen el término, el peaje en sombra es una modalidad por la cual las autoridades pagan a la concesionaria en función del tráfico de la vía, sin coste directo para el usuario. Este sistema, pensado para atraer inversión privada en infraestructura, tiene tanto defensores como detractores.
2Ventajas del peaje en sombra
Este sistema ofrece diversas ventajas, comenzando por una menor carga financiera inicial para la administración pública. Al contar con inversión privada, el gobierno puede acelerar el desarrollo de infraestructuras sin desviar grandes recursos de otros servicios o programas. Además, los usuarios se benefician al no tener que pagar por el uso de la carretera, lo que fomenta la conectividad y el desarrollo económico en las regiones donde se construyen.
Otro punto positivo es que el peaje en sombra suele incluir obligaciones de mantenimiento para la concesionaria. En otras palabras, durante la vigencia del contrato, la empresa debe garantizar el estado óptimo de la infraestructura, asegurando así una mejor calidad de servicio. No obstante, cuando el volumen de tráfico no cumple las proyecciones iniciales, la administración sigue obligada a realizar los pagos previstos, independientemente del uso real.