La reciente decisión de la Xunta de Galicia de asumir la gestión de cuatro autovías con peaje en sombra ha puesto en el foco este modelo de financiación de infraestructura pública. Aunque muchos conductores desconocen el término, el peaje en sombra es una modalidad por la cual las autoridades pagan a la concesionaria en función del tráfico de la vía, sin coste directo para el usuario. Este sistema, pensado para atraer inversión privada en infraestructura, tiene tanto defensores como detractores.
5Desafíos y críticas al modelo
Una de las principales críticas al peaje en sombra es el elevado costo a largo plazo que puede suponer para las arcas públicas. Aunque los usuarios no paguen de manera directa, el financiamiento estatal proviene de los impuestos, y los pagos a las concesionarias pueden exceder significativamente los costos iniciales de construcción. Esto ha llevado a algunos críticos a calificar el modelo como una “hipoteca oculta” que termina siendo más costosa que una inversión pública directa.
Además, existen cuestiones de transparencia en los contratos de concesión. Las condiciones de pago, la duración de los contratos y las cláusulas de rescisión suelen ser complejas, lo que dificulta su supervisión y la evaluación de si estos acuerdos son realmente beneficiosos para el interés público. En algunos casos, los pagos se siguen efectuando aunque el uso real de la infraestructura esté muy por debajo de lo proyectado.