La historia de Pegaso, la emblemática marca española de automóviles, camiones, autobuses y tractores, marca un antes y un después en la industria automovilística de España. Fundada por Wilfredo Ricart bajo la Empresa Nacional de Autocamiones Sociedad Anónima (ENASA), Pegaso surgió en un momento crítico, revitalizando una industria al borde de la desaparición y enfrentándose a gigantes como Enzo Ferrari
Bajo el paraguas de Hispano Suiza, nacionalizada por el Estado español, Pegaso se estableció con el objetivo de producir vehículos de alta calidad. El logo, un caballo inspirado en Pegaso, fue diseñado por el propio Ricart como un guiño desafiante al Cavallino Rampante de Ferrari.
Ricart, con una vasta experiencia en la industria automovilística y aeronáutica, entendía la importancia de crear una marca que no solo ofreciera vehículos funcionales sino que también fuera símbolo de innovación y calidad.
2Las joyas deportivas de la marca
Los turismos deportivos de Pegaso, creados bajo la supervisión de Ricart, fueron concebidos para revivir la industria automovilística española y simbolizar el orgullo industrial del país. Aunque las inversiones superaron los beneficios, estos vehículos lograron establecer una base sólida para la industria automotriz española.
Entre 1951 y 1957, se produjeron 86 unidades de los modelos Z-102 y Z-103, conocidos por su diseño de alta calidad y prestaciones superdeportivas. Equipados con un motor V8 delantero y tres cilindradas disponibles, estos vehículos podían competir con marcas de renombre como Ferrari, alcanzando una velocidad récord de 244,62 km/h en 1953.
El chasis, fabricado en acero plegado y soldado, proporcionaba gran rigidez, mientras que la suspensión De Dion garantizaba una precisión excepcional y un perfecto reparto de pesos. El diseño inicial de Medardo Biolino, aunque voluminoso, fue adaptado para permitir a los clientes elegir la carrocería de fabricantes externos como Saoutchik, Touring y Pedro Serra.
