El invierno es la estación más peligrosa para ponerse al volante. Frente a las situaciones climatológicas adversas que se multiplican en esta época del año, el conductor debe extremar las precauciones. Lluvia, hielo, nieve, niebla… todas estas inclemencias dinamitan la seguridad vial y obligan a adoptar un estilo diferente de conducción.
Las malas situaciones atmosféricas pueden provocar accidentes con mucha facilidad, por eso es muy importante ser cuidadoso en esta época del año. De todos los fenómenos con los que hay que lidiar en las carreteras invernales, el más peligroso es el hielo. Su presencia en la vía es apenas perceptible y sus efectos sobre el vehículo pueden ser fatales. Te contamos como lidiar con este peligro invernal.
3Cuidado con los puentes y las zonas de montaña
Si viajas de noche es muy probable que te encuentres con alguna placa de hielo en la carretera. En los días más fríos es mejor evitar los viajes en horas nocturnas o de madrugada. Lo más seguro es empezar el viaje cuando los rayos de sol ya hayan tenido tiempo suficiente para deshacer el hielo de la carretera.
Aunque viajes a una hora prudente, ten en cuenta que puede haber zonas en las que de la sombra y haya placas de hielo sin derretir. Esto ocurre a menudo en carreteras de montaña o en puentes. El hielo es muy difícil de apreciar cuando se va conduciendo, pero si visualizas una zona de la carretera más oscura o más brillante, es probable que se trate de una placa de hielo. En ese caso, reduce la velocidad y agarra con fuerza el volante.