El Bugatti Chiron es el sueño de todo amante de la velocidad y el lujo. Un hiperdeportivo que combina una potencia de 1.500 CV con un diseño elegante y exclusivo. Un coche que puede alcanzar los 420 km/h y que solo se fabrica en ediciones limitadas. Un coche que solo está al alcance de unos pocos privilegiados que pueden permitirse pagar más de 2,5 millones de euros por él.
Pero poseer un Bugatti Chiron no es solo una cuestión de dinero. Es también una cuestión de responsabilidad, de compromiso, de sacrificio. Porque tener un Bugatti Chiron implica asumir unos costes de mantenimiento que harían temblar a cualquier mortal. Unos costes que no se limitan al precio de compra, sino que se extienden a lo largo de toda la vida útil del vehículo.
2Una llave al precio de un Dacia Duster
Y no nos olvidemos de los neumáticos, que hay que cambiarlos cada cinco años, por un módico precio de 8.000 euros. Y de los frenos y los rotores, que cuestan 44.400 euros. Y de la llave de repuesto, que vale 12.700 euros. Y del motor, el corazón del coche, que si se estropea hay que reemplazarlo por uno nuevo que cuesta la friolera de 802.000 euros. Y de la caja de cambios, que vale 173.300 euros.
En total, poseer y conducir un modelo de la firma de Molsheim te costará una media de 100.000 euros al año en mantenimiento. Una cifra que puede parecer insignificante para alguien que se ha gastado 2,5 millones de euros en un coche, pero que no deja de ser una muestra de la excentricidad y el derroche que supone tener un Bugatti Chiron.