El Peugeot 205 es, sin duda, uno de los modelos más emblemáticos y queridos en la historia de la marca francesa. Diseñado por Gérard Walter, un entusiasta de la competición, este automóvil no solo se destacó en el mercado de coches de consumo, sino que también dejó una huella imborrable en el mundo de los deportes de motor, especialmente en el Campeonato Mundial de Rallys y en el París-Dakar.
Diseñado para competir
El 23 de febrero de 1983 marcó un hito en la historia de la marca francesa con la presentación del Peugeot 205 T16, la versión de competición del 205 GTI (aquí más información), justo un día antes de que el modelo de serie saliera al mercado. El Peugeot 205 T16, diseñado para competir en el exigente Grupo B del Campeonato Mundial de Rallies (WRC), acumuló un impresionante palmarés en sus primeras temporadas. En 1985 y 1986, este vehículo se coronó campeón del WRC, dejando una marca indeleble en la historia de la competición.
La prohibición repentina de los automóviles del Grupo B en 1987 supuso un desafío para la marca. Sin embargo, no se dejó vencer por las circunstancias. En lugar de resignarse, adaptaron el Peugeot 205 T16 para competir en el Rally-Raid, específicamente en el exigente París-Dakar. Esta transición fue exitosa, con victorias consecutivas en las ediciones de 1987 y 1988 del Dakar, consolidando aún más la leyenda del 205 T16.
La creación de Peugeot Talbot Sport en 1981, que más tarde se convertiría en Peugeot Sport, fue un paso crucial en la consolidación del compromiso de este fabricante con la competición. Esta división se encargó de desarrollar el 205 T16, que en tan solo 14 meses desde sus primeros bocetos estaba listo para debutar en el Rally Terre de Sarlat en 1983. Con un motor turbo de 320 CV y un peso de apenas 900 kilos, el 205 T16 era una verdadera bestia del asfalto.
Peugeot 205 T16, dominador en el WRC
El debut en la máxima categoría del WRC llegó en 1984 con una victoria en el Rally de los 1000 Lagos, de la mano del piloto finlandés Ari Vatanen. Esta victoria fue el inicio de una serie de triunfos en el Rally San Remo y el RAC Rally, mostrando el potencial del Peugeot 205 T16 para la temporada siguiente. En 1985, Vatanen y su compañero Timo Salonen dominaron el campeonato, con Salonen llevándose el título de Pilotos y Peugeot el de Constructores.
En 1986, la historia de éxito continuó con los finlandeses Juha Kankkunen y Timo Salonen, y el francés Bruno Saby, quienes lograron imponer su ley en seis de las diez pruebas de la temporada. Este dominio le otorgó a la marca francesa su segundo título consecutivo de Constructores y a Kankkunen el título de Pilotos. Sin embargo, un trágico accidente en el Rally de Córcega llevó a la FISA a prohibir la homologación de los coches del Grupo B a partir de 1987.
Triunfo final en el París-Dakar en 1987
Lejos de convertirse en una pieza de museo, el 205 T16 encontró una nueva vida en el Rally París-Dakar. En 1987 debutó en esta exigente competición con una escuadra compuesta por tres vehículos y un grupo de pilotos de élite, incluyendo a Ari Vatanen, Shekhar Mehta y Andrea Zanussi. El equipo dominó la carrera de principio a fin, con Vatanen logrando la victoria final.
La edición de 1988 del París-Dakar se destacó como una de las más duras de la historia, con solo 151 de los 603 participantes alcanzando la meta. En esta ocasión, el Peugeot 405 T16 también entró en escena, aunque fue Kankkunen al volante del 205 T16 quien se llevó la victoria, demostrando una vez más la competitividad y resistencia de este icónico automóvil.
El 205 T16 no solo ganó carreras, sino que se convirtió en una leyenda, un símbolo de la innovación y el espíritu competitivo de Peugeot. Su legado perdura, recordado y venerado por entusiastas y coleccionistas de todo el mundo.
