Aunque las entregas comienzan el 10 de noviembre, se aceptan ya pedidos del 308 GTI, modelo de nítida vocación deportiva que Peugeot desdobla en variantes de 250 y 270 CV, tomando como base el motor 1.6 THP de gasolina. La primera cuesta 29.900 euros, y 32.400 la segunda, que viene aún mejor equipada -asientos baquet tapizados en cuero y Alcántara, por ejemplo-, está disponible con carrocería bitono en rojo y negro -más los otros seis colores- y monta un chasis muy 'serio', con frenos más potentes -discos ventilados de 380 mm delante y pinzas Peugeot Sport-, diferencial Torsen de deslizamiento limitado tarado al 35 por ciento y llantas de 19 pulgadas -cada una pesa dos kilos menos que las de 18- con neumáticos Michelin Pilot Super Sport de medida 235/35, aunque estos últimos también se pueden montar en el GTI de 250 CV.
Firmado por Peugeot Sport
No obstante, todo lo demás es compartido por ambas versiones. Y ahí destaca el trabajo de Peugeot Sport, que aumenta las caídas de las ruedas, modifica las barras estabilizadoras y acorta los muelles de la suspensión -va 11 milímetros más bajo-, opta por vías ensanchadas -a 1.570 mm delante y 1.554 detrás-, varía la asistencia de la dirección y tiene un ESP especial, de tarado deportivo y totalmente desactivable.
El motor protagoniza una revolución, similar a la vista en el RCZ-R: pistones de competición, bielas y segmentos reforzados, turbo BorgWarner con presión máxima de 2,5 bares, compresión de 9,2 a 1 -10,5 a 1 en el 308 GT de 205 CV-, presión de la inyección directa elevada a 200 bares, nueva línea de escape, intercooler optimizado… El motor corta a 6.500 vueltas, y es una delicia llegar tan arriba antes de cambiar -la caja manual de seis marchas también ha sido reforzada-, pero hay mucho empuje casi a cualquier régimen, como demuestra un par máximo de 33,7 mkg a partir de 1.900 vueltas. Además, si pulsamos el botón 'sport' del Driver Sport Pack obtenemos una respuesta más instantánea y viva al acelerar.
Un deportivo de verdad
Con estas premisas, y acoplados al estupendo baquet de la versión GTI 270 -única que pudimos conducir en tierras lusas-, nos disponemos a probar la última obra de Peugeot Sport sobre el bonito circuito de Braga, que incluye un par de largas rectas -con sus consiguientes frenadas intensas- y curvas de todo tipo. Escenario ideal para constatar que el 308 GTI es un deportivo de verdad desarrollado por ingenieros y pilotos que saben de esto.
La relación peso/potencia de la versión superior -4,46 kilos por caballo- es la mejor de su clase -compactos hasta 300 CV-, y eso se nota al 'dar gas', pues alcanza 100 km/h en 6 segundos. Pero esa ligereza -sólo 1.205 kilos en vacío- se aprecia en forma de bajas inercias en cada curva y al frenar, y el morro obedece al dedillo porque el motor 1.6 pesa menos que los 2.0 usados por sus rivales.
Además, el 308 GTI es menos exigente al límite que el RCZ-R -la plataforma del 308 es más moderna-, y podemos ir muy deprisa con gran sensación de control. Frena, se tiene, corre, aguanta torturas, perdona errores… O sea, 'aparato'.