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El día que un piloto de Formula 1 le robó el coche de Mr. Bean

En el mundo del automovilismo y la cultura pop, hay momentos que parecen sacados de un guion de película como cuando los caminos de Miki Häkkinen, y Mr. Bean se cruzaron. Ocurrió en 2018, cuando la leyenda de la Fórmula 1, y el icónico personaje de comedia, se encontraron en una peculiar disputa por un superdeportivo de edición limitada: el McLaren Speedtail.

En 2018, tanto el personaje interpretado por Rowan Atkinson como el deportista profesional, mostraron interés en adquirir el codiciado McLaren Speedtail. Este superdeportivo, con solo 106 unidades disponibles, se había convertido en un objeto de deseo para coleccionistas y amantes de la velocidad gracias a su tecnología de punta y su diseño futurista.

¿Cómo fue que Hakkinen le robó el coche a Mr. Bean?

¿Cómo fue que Hakkinen le robó el coche a Mr. Bean?

Häkkinen terminó ganando la subasta y disfrutó de su nuevo Speedtail, Mr. Bean se quedó con su querido Mini verde lima. Aunque este coche no tiene la velocidad ni la tecnología del Speedtail, es innegablemente uno de los vehículos más reconocibles y queridos de la televisión y el cine. Conociendo al personaje cómico, no es difícil imaginar que encontrará la manera de hacernos reír con alguna travesura automovilística, incluso sin el superdeportivo.

La historia de cómo Häkkinen «robó» el coche de Mr. Bean es un recordatorio de la peculiaridad del mundo del automovilismo, donde la velocidad y la tecnología de punta se mezclan con las personalidades más diversas. Por un lado, tenemos a un piloto de Fórmula 1 que ha dedicado su vida a la velocidad y la precisión. Por otro, a un personaje de comedia cuyo coche y estilo de conducción son todo menos convencionales.

Características del McLaren Speedtail de Hakkinen

Características del McLaren Speedtail de Hakkinen

El McLaren Speedtail es un vehículo que parece sacado de una película de ciencia ficción. Este superdeportivo cuenta con un motor híbrido que genera una impresionante potencia de 1.035 caballos de fuerza. Su carrocería aerodinámica le permite alcanzar una velocidad máxima de más de 400 km/h, haciendo que cualquier otro coche en la carretera parezca estar en cámara lenta.

El interior es igual de impresionante. Con un diseño futurista y tres asientos, el conductor se sitúa en el centro, imitando la posición de un piloto de carreras. Los espejos retrovisores tradicionales han sido reemplazados por cámaras que se pliegan para maximizar la aerodinámica. Este coche está diseñado para la velocidad y la eficiencia, haciendo honor a la reputación de la marca británica en el mundo de la alta competición. Y ante la mirada envidiosa de Mr. Bean.