comscore

La hora de piratear coches ha comenzado

La industria automotriz ha experimentado una transformación considerable en los últimos años, especialmente con la incorporación de nuevas tecnologías y la digitalización de los vehículos. Sin embargo, estas innovaciones también han traído consigo desafíos y controversias, como es el caso de los sistemas de pago por suscripción para funcionalidades específicas en los coches. Recientemente, BMW se ha convertido en el centro de un debate encendido al intentar cobrar una suscripción mensual por utilizar características que ya están físicamente presentes en sus vehículos. Esta práctica ha generado un rechazo generalizado y ha llevado a algunos a cuestionar la ética detrás de estas decisiones empresariales.

3
Un beneficio económico para los fabricantes, pero ¿y el cliente?

Desde el punto de vista de BMW, la implementación de suscripciones para funciones adicionales es una estrategia para aumentar los ingresos. Al equipar todos los coches con el mismo hardware, BMW puede simplificar su proceso de fabricación y reducir costes. Sin embargo, el coste adicional para los consumidores plantea la pregunta de si realmente están obteniendo algún beneficio. Para los clientes que opten por no pagar la suscripción, no solo perderán el acceso a la función, sino que también enfrentarán costes de mantenimiento más altos en el futuro.