Plegar los retrovisores del coche, es algo que muchos conductores hacen de forma automática, ya sea por comodidad o por simple hábito. Sin embargo, este pequeño gesto, que parece inofensivo, puede tener consecuencias que quizás no habías considerado. Antes de que lo sigas haciendo sin pensar, déjanos contarte por qué podría ser mejor dejar los retrovisores abiertos, incluso cuando aparcas en sitios ajustados.
1Tecnología y comodidad: ¿un arma de doble filo?
Hoy en día, la tecnología en los coches busca facilitarnos la vida. Desde asistentes de aparcamiento hasta cámaras de 360 grados, los avances hacen que las maniobras sean más sencillas y seguras. Entre estas comodidades, encontramos el cierre automático de los retrovisores, una función que incorporan muchos modelos modernos. Cuando apagas el motor, los espejos se pliegan solos. Además, también tienes un botón para plegarlos manualmente si necesitas más espacio al aparcar.
Una primera vista, parece perfecta, ¿verdad? Pero, como con muchas innovaciones, hay una cara B. Plegar los retrovisores puede dejar a tu coche en desventaja, especialmente cuando está aparcado.