¿Te imaginas llegar a tu coche después de un tiempo y encontrarte con una misteriosa marca de tiza en la rueda? De primeras, igual te parece una travesura infantil o una broma sin importancia. Pero estas marcas podrían significar un problema mucho mayor de lo que imaginas.
Lo que parece un gesto inofensivo es, en realidad, un método que utilizan las autoridades para controlar los vehículos estacionados en la vía pública. La práctica, aunque efectiva, ha generado debates sobre su legalidad e impacto en los derechos de los ciudadanos. ¿Sabes en qué consiste? En este artículo, te lo contamos.
1Cuando la tiza se convierte en tu enemigo
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En muchos lugares del mundo, la policía local emplea un sencillo pero efectivo método para controlar el tiempo de estacionamiento de los vehículos: el uso de tiza. Esta técnica les permite saber cuánto tiempo lleva aparcado un coche, sin tener que instalar costosas cámaras o sensores. En zonas con problemas de aparcamiento, como las grandes ciudades, es una herramienta útil para garantizar la rotación de vehículos y evitar la saturación de plazas disponibles.
El procedimiento es sencillo. El agente marca la rueda con una raya de tiza. Si, pasado un tiempo, la marca sigue en la misma posición, significa que el coche no se ha movido. Así, pueden determinar si el vehículo ha excedido el tiempo permitido de estacionamiento y, en consecuencia, sancionarlo. En muchos municipios, este control también ayuda a evitar que los conductores abusen dejando sus coches estacionados en plazas públicas durante días.