¿Te imaginas llegar a tu coche después de un tiempo y encontrarte con una misteriosa marca de tiza en la rueda? De primeras, igual te parece una travesura infantil o una broma sin importancia. Pero estas marcas podrían significar un problema mucho mayor de lo que imaginas.
Lo que parece un gesto inofensivo es, en realidad, un método que utilizan las autoridades para controlar los vehículos estacionados en la vía pública. La práctica, aunque efectiva, ha generado debates sobre su legalidad e impacto en los derechos de los ciudadanos. ¿Sabes en qué consiste? En este artículo, te lo contamos.
3Una práctica en entredicho

A pesar de su efectividad, la técnica ha levantado polémica en diversas partes del mundo. Recientemente, un tribunal en Estados Unidos declaró ilegal el uso de tiza para marcar los coches, pues infringe la privacidad de los conductores al monitorear sus movimientos sin su consentimiento. En algunos países europeos, este sistema de control se ha reemplazado por métodos más avanzados.
Por otro lado, algunos conductores han denunciado que estas marcas antiestéticas pueden dañar y afectar la apariencia del coche. Y otros también se han quejado de que este tipo de control pueda dar lugar a errores o abusos por parte de las autoridades, que podrían sancionar el vehículo incluso si su propietario no ha podido moverlo por causas ajenas a su voluntad.