El regreso a la rutina tras las vacaciones no solo supone un reto para nosotros, sino también para nuestros coches. Después de recorrer kilómetros bajo el sol abrasador y enfrentarse a carreteras variadas, el coche necesita un cuidado especial para continuar funcionando a la perfección. Sin embargo, no es necesario acudir siempre a grandes cadenas como Norauto, Midas o Aurgi para poner tu coche a punto; tú mismo puedes realizar varias tareas de mantenimiento que asegurarán su rendimiento óptimo para afrontar la vuelta a la rutina.
Las vacaciones pueden haber sido relajantes para ti, pero tu coche ha pasado por diversas pruebas: desde largas distancias, altas temperaturas, hasta constantes exposiciones al sol y caminos irregulares. Todo esto puede generar un desgaste notable en los componentes del vehículo. Ignorar estos factores puede llevar a averías inesperadas justo cuando más necesitas tu coche en el día a día.
El mantenimiento preventivo no solo alarga la vida útil del coche, sino que también previene sorpresas desagradables que, a largo plazo, podrían afectar tu bolsillo y tu seguridad en la carretera.
2Cambio de aceite y filtro: No lo dejes pasar
El aceite del motor es la sangre vital de tu coche, y tras el esfuerzo del verano, es probable que necesites un cambio. En general, se recomienda cambiarlo cada 15.000 a 30.000 kilómetros o al menos una vez al año, dependiendo del uso que le hayas dado a tu coche.
Además, junto con el cambio de aceite, es esencial reemplazar el filtro de aceite. Un filtro obstruido puede comprometer la lubricación del motor, lo que podría derivar en una pérdida de eficiencia y un mayor consumo de combustible. Muchos conductores optan por realizar esta tarea ellos mismos, lo cual puede ser una excelente manera de ahorrar.