En 1965, el director de publicidad de Pontiac; Jim Wangers, se alió con Royal Pontiac, George Hurst y Petersen Publishing con el fin de darle un empujón a las ventas de piezas de preparación para los GTO. Como resultado de todo ello se produjo una canción muy famosa en los Estados Unidos que se llamó 'GeeTO Tiger' que estaba cantada por 'The Tigers'.
Una historia de película
Pero el verdadero protagonista era un premio que todos querían obtener en dicho concurso: un Pontiac GTO especial de 1965 pintado en color Dorado Hurst, con una palanca de cambios en dorado y multitud de extras de fábrica. Dicho premio gordo lo ganó una llamada entrante de última hora con nombres y apellidos: Alex Lampone, un joven de 19 años de Wisconsin que recibió las llaves de su nueva joya de las manos del mismo George Hurst. Tras unos años conduciéndolo, sus caminos se separaron y el GTO V8 de 365 caballos cambió de manos unas cuantas veces. El motor fue reconstruido por su tercer dueño mientras que el cuarto lo repintó en 1982. Tras 22 años, acabó en manos de un coleccionista llamado Colin Comer y finalmente, tras algún que otro cambio más de dueño, fue comprado por Dana Mecum.
Ahora, Mecum tiene listo el GTO para subastarlo en el evento que tendrá lugar en el estado de Indiana entre el 12 y el 17 de mayo de este mismo año. No faltarán compradores deseosos de hacerse con él porque, aparte de los cambios mencionados antes, el coche está prácticamente como salió de la fábrica y su kilometraje no llega a los 100.000 km; 94.950 para ser exáctos.
Además, como dato a tener en cuenta, no se trata de un GTO cualquiera, este ha salido en numerosos libros y revistas e incluso cuenta con una reproducción hecha a mediados de los 2000 por Performance Years Enterprises. Además, también salió en la gran pantalla. Todo ello hace de este coche un modelo todavía más exclusivo ya que tener un GTO está bien pero tener un GTO con esta historia, es algo único.