Fue en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach del año 2019 cuando la compañía de Molsheim presentó al mundo entero su sensacional Bugatti Centodieci, una auténtica obra de arte que rendía homenaje a su legendario Bugatti EB110. Desde entonces, y después de que algunos interesados en hacerse con uno firmaran unos cuantos cheques en blanco, la compañía francesa se puso manos a la obra en su desarrollo, el cual continúa a día de hoy.
Allá por el mes de febrero salía de sus artesanales instalaciones la primera unidad de pruebas de este Bugatti Centodieci, la cual ya se ha podido ver en diferentes ocasiones rodando por circuitos como Nürburgring. Sin embargo ahora este bólido ha hecho las maletas y ha viajado hasta Estados Unidos, acompañado eso sí, de un completo elenco formado por 27 ingenieros de la firma. Y es que no se ha ido de vacaciones, sino para ponerse a punto en ambientes hostiles.
De California a Arizona
Durante tres semanas el Bugatti Centodieci se ha embarcado en un viaje que comenzó en California y que atravesó una ruta de 800 kilómetros hasta los desiertos de Arizona. Por el camino este convoy, formado también por tres Bugatti Chiron Pur Sport y cuatro Bugatti Chiron Super Sport ascendió hasta el monte Lemon, viajó por carreteras en pésimo estado y se vio obligado a soportar un tráfico que jamás vivirán las unidades de producción. Y todo ello superando incluso temperaturas de más de 50 grados.
Todo tampoco iba a ser malo en un viaje con 12.500 caballos al galope. Y es que en carreteras cerradas al tráfico el equipo de ingenieros llevaron este Centodieci por encima de los 320 km/h.
Un convoy con 1.600 sensores y 12.500 caballos
Cada uno de los ocho vehículos que llevó Bugatti a este viaje contaba con 200 sensores, los cuales han servido para recopilar valiosa información para desarrollar hasta el último detalle de cada uno de sus bólidos, sobre todo en climas cálidos, donde deben centrarse en detalles clave como el chasis, el motor, la transmisión, la gestión térmica y la electrónica.
Las diferentes pruebas fueron todo un éxito para el Bugatti Centodieci, que como sabrás, esconde un corazón 8.0 W16 con 1.600 CV de potencia, de forma que continúa con paso firme hacia la producción. A pesar de su potencia, este deportivo estará limitado a 380 km/h, velocidad que alcanzarán con este y otros prototipos antes de que los de producción lleguen a la calle. Antes de eso esta 'mula' de pruebas deberá haber completado 30.000 kilómetros para obtener la aprobación final.
Serán pocos, porque los de Molsheim han confirmado que solo ensamblarán 10 unidades de este Centodieci, el cual tiene un precio de 8 millones de euros sin impuestos.
