La firma de Zuffenhausen ha elegido el Salón de Los Ángeles para presentar al mundo entero la nueva y octava generación del legendario Porsche 911. Pero ese también ha sido el escenario elegido por la casa alemana para mostrar la versión más radical de su antecesor, el 991.2.
Y es que al otro lado del océano se ha presentado este salvaje Porsche 911 GT2 RS Clubsport, una versión que exclusivamente se podrá utilizar dentro de un circuito y que toma como punto de partida un Porsche 911 GT2 RS, una criatura que en España tiene un precio de 326.924 euros.
Es 80 kilos más ligero
Esa base se ha empleado para esta máquina que cuenta con nuevos apéndices aerodinámicos entre los que claramente destaca el inmenso alerón posterior. También cuenta con nuevas tomas de refrigeración extra y piezas fabricadas en fibra de carbono para contener el peso final de este bólido.
De este ligero material Porsche fabrica el mencionado alerón posterior, así como el techo, el capó delantero, la tapa del maletero… El resultado es un deportivo que tan sólo pesa 1.390 kilos y eso son 80 menos que su hermano civilizado.
También es cierto que ayuda el que su interior se ha despojado de todo elemento superfluo, por lo que sólo nos encontramos con un asiento firmado por Recaro fabricado en carbono y con arneses de seis puntos, además de todo lo imprescindible para disfrutar al máximo de este bólido. Y es que no falta un volante extraíble fabricado en carbono, pantalla a color heredada de los Porsche 911 GT3 R, una jaula de seguridad… Sin olvidar de que tampoco hay que pasar penurias en nuestras tandas en un circuito, por lo que Porsche mantiene un climatizador bizona.
Proporciona 700 CV de potencia
Esta versión de competición mantiene el todopoderoso corazón 3.8 Bóxer Biturbo con 700 CV de potencia y 750 Nm de par motor empleado por los GT2 RS, además de su sofisticado cambio PDK de doble embrague y siete velocidades, que es el encargado de enviar semejantes cifras a las ruedas traseras.
En su dotación de serie no falta el sistema PSM, el control de tracción o el ABS, aunque todo ello se puede configurar e incluso, desconectar desde diferentes mandos en su interior. Y para detener a esta criatura se recurre a un equipo de frenos de competición con discos de acero (el 911 GT2 RS tiene carbocerámicos de serie) que delante tienen 390 milímetros y detrás tienen 380 milímetros. También hay pinzas de aluminio con seis y cuatro pistones respectivamente, que se ocultan tras unas ligeras llantas forjadas de 18 pulgadas.
Para alimentar a su corazón se ha instalado un depósito de competición con 115 litros de capacidad (los de calle se conforman con sólo 64 litros), de igual forma que han confiado en la experiencia de ICD Cosworth para fabricar su sistema eléctrico, donde no falta un avanzado equipo de telemetría, así como una batería de iones de litio de 60Ah, mucho más ligera que la habitual de plomo.
Porsche tan sólo va a fabricar 200 unidades de esta máquina, que en Europa tiene un precio de 405.000 euros sin tener en cuenta los impuestos pertinentes.