En los últimos tiempos ha aumentado de forma exponencial la fiebre por los sensacionales Porsche 911 GT3 y GT3 RS, que se han convertido en auténticos objetos de colección deseados por esos clientes que disfrutan del rendimiento y de la ingeniería que encierran estas criaturas que los chicos de Zuffenhausen llevan 25 años construyendo. De ahí que el precio de ejemplares de ‘ocasión’ se haya incrementado de forma considerable, pero lo de esta pieza que tienes delante de tus ojos es de otro nivel.
Para ponernos en situación, semejante criatura única en el mundo toma como punto de partida un Porsche 911 GT3 del año 2007. Una base extraordinaria para un deportivo bastante ‘normal’, sin modificaciones radicales y en perfecto estado de revista a pesar de contar con 41.240 kilómetros a sus espaldas, que bien podría traducirse en un precio de venta próximo a acariciar los seis dígitos. Lo que no está nada mal para un automóvil con 17 años de vida.
Colorear este Porsche 911 GT3 llevó a Orlinski 500 horas
Sin embargo, quienes han puesto a la venta tan singular Porsche 911 GT3 piden prácticamente 20 veces más. Todo ello porque lo que tienes delante de tus ojos es una criatura única e irrepetible, la cual fue debidamente convertida en un sensacional ‘Art Car’ el escultor francés y artista neo-pop, Richard Orlinski.
Convertir un discreto Porsche 911 GT3 en un sensacional ‘Art Car’ no fue precisamente un proyecto de fin de semana creado en el garaje de tu casa. Y es que el extenso papeleo que rodea a esta criatura deja claro que Orlinski estuvo trabajando la friolera de 500 horas, en las que aplicó 10 capas de pintura gris y 11 capas de pintura amarilla para reflejar el inconfundible estilo del artista francés, quién además aprovecho la ocasión para firmar el vehículo tanto en el exterior, como en una placa metálica en el interior.
Originalmente fue subastado en Mónaco por 10 veces menos
Mientras que la decoración de este Porsche 911 GT3 deja claro que se trata de una pieza única, lo que se esconde en su interior se conserva inalterado. Cosa que por otro lado no es nada malo, porque los GT3 de la generación 997 continúan apostando por su sensacional motor 3.6 Bóxer atmosférico que entrega 415 CV de potencia a 7.600 rpm, además de 405 Nm de par motor a 5.500 rpm. Todo ello sin olvidar de que ese brillante motor presume de girar hasta alcanzar las 8.400 rpm. Para rematar la jugada se combina con un cambio manual de 6 velocidades, así como con opciones de la talla de los paquetes Club Sport y Sport Chrono, además de faros bi xenón, control de velocidad o asientos de competición.
Otra de las curiosidades del proyecto de Orlinski es que a pesar de nacer de la base de un Porsche 911 GT3 del año 2007, el trabajo se terminó de completar en 2018 para conmemorar el 55 aniversario del sensacional ‘nueveonce’, que además es coetáneo del mítico Rolex Daytona. Según apuntan los expertos de Classic Driver, al final el proyecto este sensacional ‘Art Car’ fue subastado en Mónaco por un precio desconocido. Ahora bien, por entonces su valor estimado oscilaba entre los 185.000 y los 230.000 euros que fueron destinados a diferentes obras benéficas.
2 millones son los que piden por este Porsche 911 GT3
Seis años después de aquello, los chicos de Elite Automotive lo han puesto a la venta. Apuntan a que durante este tiempo tan singular Porsche 911 GT3 ha residido en Portugal, pero se puede ver la inscripción ‘precio a pedido’. No dan tantas pistas como la web James Edition, donde se revela que por semejante obra de arte sobre ruedas están pidiendo mucho más de lo que se pagaría por un GT3 estándar. Tanto como que se habla de 2.000.000 de euros.
Cuantía por la que podrías adquirir exclusivos modelos del fabricante de Zuffenhausen como el exclusivo Carrera GT, llenar tu garaje de un número absurdo de Porsche 911 GT3 o comprar un Picasso para exponerlo en el salón de tu casa.