Entre los años 2003 y 2006 se fabricó en la factoría que Porsche tiene en Leipzig uno de los deportivos más extremos y radicales de todos cuantos han sido fabricados por la firma alemana a lo largo de toda su historia. Hablamos del Porsche Carrera GT, un vehículo que muchos asocian con la trágica muerte del actor Paul Walker, mientras que otros preferimos verlo como el «padre» del tecnológico Porsche 918 Spyder.
Se fabricaba en fibra de carbono
A lo largo de estos tres años, se fabricaron un total de 1.270 ejemplares, aunque inicialmente la firma de Stuttgart tenía pensado ensamblar de forma artesnal hasta 1.500 unidades de este Porsche Carrera GT, un deportivo que contaba con una carrocería roadster y que sólo pesaba 1.380 kilos, pues infinidad de piezas, incluído su chasis monocasco, estaban fabricados en fibra de carbono. También contaba con detalles como sus ligeras llantas monotuerca, su equipo de frenos carbocerámicos o un alerón posterior que emerge al superar los 110 km/h.
Para impulsarlo, Porsche desarrolló un impresionante propulsor 5.7 V10 atmosférico que genera una potencia de 612 CV. Estaba conectado a una transmisión manual de 6 velocidades, que además añadía un pomo fabricado con madera de abedul y de fresno como homenaje al pomo que empleaban los Porsche 917 que disputaron las 24 Horas de Le Mans.
Así pues, este Porsche Carrera GT se permitía el lujo de acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 2,9 segundos (es un vehículo de propulsión trasera), mientras que su velocidad máxima podría superar los 320 km/h.
Podría superar los 600.000 euros
Este ejemplar en concreto será subastado por Silverstone Auctions el próximo 28 de febrero en Coventry y por él se esperan recaudar algo más de 600.000 euros. ¿Los vale?
Ya sabes que es uno de los 1.270 Porsche Carrera GT fabricados y esta unidad, la número 128, fue fabricada en el año 2004 y enviado a su primer propietario a Florida. Fue encargado en el inconfundible color plata, tiene un sistema de sonido Bose, sistema de navegación y también un conjunto de maletas fabricadas a medida para este deportivo.
Dos propietarios y cinco años después este Carrera GT fue enviado a Reino Unido y adquirido por un coleccionista de Gloucester, que se lo vendió a Gerard López. ¿Te suena su nombre? Se trata del presidente de Genii Capital y ex-propietario del equipo Lotus de Fórmula 1.
En 2014 decidió enviarlo a los especialistas de RUF en Alemania, donde le instalaron un sistema de elevación del eje delantero por unos módicos 11.900 euros. También tiene todos sus libros originales, donde se puede ver que ha pasado el último servicio de mantenimiento en noviembre de 2015, justo cuando su odómetro indicaba 28.997 kilómetros.