Ya está aquí señores. Después de muchas especulaciones Porsche por fin ha sacado el rival del Tesla. Su nombre ya os lo hemos dicho, Mision E, y llega cargado de tecnología, novedades y mucha autonomía. Una autonomía que llega a ser de 500 kilómetros con una recarga que (y aquí viene lo sorprendente) en 15 minutos te deja las baterias al 80 %. Impresionante, pero pasemos a hablar de él en profundidad.
Un modelo revolucionario
Y no ponemos este título por poner, lo hacemos con razón de causa y si no nos creéis aquí os dejamos algunas claves: más de 600 CV de potencia, más de 500 kilómetros de autonomía práctica (importantísimo este último dato para viajes o el día a día), 0 a 100 km/h en menos de 3,5 segundos y un tiempo de carga estratosférico de 15 minutos para recargar nuestra batería al 80%. Por si todo esto fuera poco la tracción es permanente. Increíble, no se puede decir más.
Pero volviendo al sistema de propulsión, el Mission E monta dos motores síncronos de imanes permanentes (PMSM), parecidos a los que equipa el Porsche 919 Hybrid triunfador en las 24 Horas de Le Mans este mismo año, con los que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 3,5 segundos y de 0 a 200 en menos de doce. Se trata de un sistema de 800 voltios heredado del mundo de la competición gracias al cual es capaz de dar una vuelta a Nürburgring Nordschleife en menos de ocho minutos.
La distribución de peso es óptima, con un centro de gravedad muy bajo gracias a que la posición de las baterías están en el suelo del coche. Estas baterías se compoenen de iones de litio de última generación capaces de almacenar la energía mejor y durante más tiempo. Además, la tensión ha sido doblada pasando de los 400 voltios que utiliza Tesla en su modelo a los 800 que utiliza este, acortando los tiempos de recarga y volviéndolo más ligero.
Su diseño exterior resulta inconfundible. De líneas suaves y redondeadas, su carrocería está compuesta a partir de una mezcla de aluminio y fibra de carbono reforzado. Su frontal nos recuerda al superdeportivo 918 Spyder aunque también tiene un aire muy 911. Como no podía ser de otra manera, cuenta con luces LED de cuatro puntos muy al estilo de la marca. En su frontal también destacan unas salidas que recorren en vertical la parte baja de los faros, que además de darle un aspecto muy futurista, favorecen el flujo de aire.
Pero si de algo estamos realmente impactados y agradecidos son las puertas suicidas que Porsche vuelve a traer a la vida de manos de este concept. Esto es posible, en gran parte, a que carece de pilar b. Para completar el conjunto, los alemanes han dotado al vehículo de una impresionantes llantas de aleación de 21 pulgadas delante y 22 detrás realizadas en carbono. En el lateral, destaca también la ausencia de retrovisores exteriores sustituidos ahora por cámaras, con lo que se logra mejorar un poco más la aerodinámica del conjunto.
En la parte trasera seguimos con el aroma Porsche gracias a una tira LED que recorre todo el ancho del vehículo y que está situada sobre una moldura de vidrio negro (al igual que la palabra Porsche), situada en posición central, recordando a los primeros diseños traseros del 911. Además, esta parte se encuentre iluminada destacando un cojnunto ya de por si brillante. La parte trasera cuenta también con un gran disfusor que suponemos pegará el vehículo al suelo.
El interior es amplio, ayudado en parte por la ausencia de tunel de transmisión y cuenta con cuatro asientos totalmente independientes inspirados en los de competición. Su salpicadero es limpio, e incorpora un cuadro de instrumentos con tecnología OLED formado por las cinco esferas de Porsche. Asimismo, el cuadro se mueve según la posición del asiento, por lo que siempre está a la vista y no es tapado, por ejemplo, por el aro del volante. Cuenta con una tecnología especial de seguimiento ocular, en el que reconoce en cada momento que está mirando el conductor para ofrecerle la información d ela manera más clara posible.
Aunque es solo un concept, podemos asumir que Porsche ya tiene programada una versión de producción del Mision E que esperamos ver de aquí a no mucho en las calles.
