La afición de los deportistas por los automóviles de alta gama no es un secreto. Desde futbolistas hasta pilotos de Fórmula 1, muchos se encuentran en estos vehículos no solo un medio de transporte, sino una extensión de su personalidad y una recompensa a su arduo trabajo. Tadej Pogacar, el joven prodigio del ciclismo, no es una excepción. Tras su primera victoria en el Tour de Francia en 2020, Pogacar decidió celebrar su éxito con la compra de un Porsche 911 GT3, un vehículo tan impresionante y apasionante como sus hazañas en las montañas francesas.
1Un sueño hecho realidad sobre cuatro ruedas.
El Porsche 911 GT3 no es simplemente un coche; es una declaración de intenciones. Con su motor bóxer de 4.0 litros y seis cilindros, este deportivo puede alcanzar los 100 km/h en apenas 3,4 segundos, con una velocidad máxima que supera los 300 km/h. Su diseño aerodinámico y su tecnología avanzada lo convierten en un favorito tanto en las calles como en los circuitos de carreras.
Para Pogacar, este automóvil simboliza más que un premio; representa el fruto de su esfuerzo, dedicación y el comienzo de una carrera que promete ser legendaria. “Siempre he sido un apasionado de los coches deportivos”, confesó en una entrevista. “El Porsche 911 GT3 ha sido siempre un sueño para mí, y ganar el Tour de Francia me dio la excusa perfecta para cumplirlo”.
