La Unión Europea incluyó entre sus medidas sancionadoras a Rusia, la prohibición de importar derivados del petróleo desde el país dirigido por Vladimir Putin. Esta medida lleva menos de una semana en vigor, y aunque aún no se hayan notado sus efectos, es muy complicado que se contengan por mucho más tiempo.
Pese a haber ido reduciendo paulatinamente las importaciones que se hacían desde Rusia, Europa aun compraba un 30% del diésel a este país en guerra. Pese a que todos los estamentos gubernamentales, rechazan que vaya a existir desabastecimiento en los derivados del petróleo, su efecto en los precios puede ser inminente.
4España sufrirá más el impacto de esta medida
España es uno de los países que más necesita el diésel en el transporte. Aunque la evolución de la automoción y las medidas ecologistas, han ido dejando relegado el diésel al recuerdo en los vehículos nuevos, en España el 70% de los coches tiene motor diésel. Esto se debe a la edad tan envejecida del parque español que tiene una media de 13,49 años de antigüedad. En las décadas pasadas el combustible favorito de los españoles era el diésel. Por tanto, no es de extrañar la gran preocupación que ha causado esta sanción entre los conductores españoles.
Josu Jon Imaz, presidente de Repsol, y Maarten Wetselaar, presidente de Cepsa, han trasladado su preocupación al Gobierno por esta situación, alertándole de que esta medida supondrá un nuevo aumento del diésel en los próximos meses, aunque también desechan la idea de que esté en peligro el suministro.