La Unión Europea incluyó entre sus medidas sancionadoras a Rusia, la prohibición de importar derivados del petróleo desde el país dirigido por Vladimir Putin. Esta medida lleva menos de una semana en vigor, y aunque aún no se hayan notado sus efectos, es muy complicado que se contengan por mucho más tiempo.
Pese a haber ido reduciendo paulatinamente las importaciones que se hacían desde Rusia, Europa aun compraba un 30% del diésel a este país en guerra. Pese a que todos los estamentos gubernamentales, rechazan que vaya a existir desabastecimiento en los derivados del petróleo, su efecto en los precios puede ser inminente.
5¿De dónde procederá ahora el diésel?
Tras la prohibición de importar el diésel de Rusia, Europa tendrá que llenar sus resevas con el diésel de otros continentes. Desde el comenzó de la guerra, Asia y Oriente Medio, suponen el 15% y el 25% de las importaciones de este combustible. Sin los destilados rusos habrá que aumentar esas importaciones o ampliar el tráfico de diésel desde América del Norte, Arabia Saudí y Kuwait.
El problema de estos suministradores es la distancia. Para transportar el combustible hasta Europa habría que pagar un mayor coste de peaje, que acabará repercutiéndose en el precio. Además puede darse el caso de que se acabe comprando diésel ruso, pero con muchos intermediarios de por medio, como puede ser China.