La cuesta de enero ha dejado paso a una prolongación en febrero, y esta vez no se trata de las tradicionales restricciones económicas postnavideñas, sino del persistente aumento en los precios de los carburantes. Los conductores se enfrentan a una nueva realidad en las gasolineras, con los precios de la gasolina y el gasóleo alcanzando niveles máximos anuales.
El litro de gasolina de 95 octanos se sitúa en 1,572 euros, mientras que el gasóleo alcanza los 1,528 euros por litro. Estos valores representan los precios medios más elevados desde mediados de diciembre del año pasado.
1¿Un febrero de precios al alza?
Desde el inicio del año, la gasolina ha experimentado un aumento del 2,6%, mientras que el gasóleo no se queda atrás, con un incremento del 2,3%. Este incremento se traduce en unos tres euros adicionales al llenar el depósito de un vehículo en comparación con los últimos días de 2023.
La cuesta de febrero se manifiesta en la incomodidad de los conductores, que ven cómo el coste de mantener sus vehículos se encarece progresivamente.