La cuesta de enero ha dejado paso a una prolongación en febrero, y esta vez no se trata de las tradicionales restricciones económicas postnavideñas, sino del persistente aumento en los precios de los carburantes. Los conductores se enfrentan a una nueva realidad en las gasolineras, con los precios de la gasolina y el gasóleo alcanzando niveles máximos anuales.
El litro de gasolina de 95 octanos se sitúa en 1,572 euros, mientras que el gasóleo alcanza los 1,528 euros por litro. Estos valores representan los precios medios más elevados desde mediados de diciembre del año pasado.
5Expectativas y retorno a niveles anteriores
Los datos estadísticos no son suficientes para calmar las preocupaciones de los consumidores, quienes temen un encarecimiento adicional en los precios de los combustibles. La entrada en vigor de reformas que condicionan la venta mayorista solo a través de operadores ha generado incertidumbre. El retorno a los precios de hace año y medio no parece tan lejano, y los conductores observan con cautela los cambios que podrían afectar a sus gastos de movilidad en el futuro cercano.