Si eres de los que no pueden esperar a que caigan los primeros copos para lanzarte a las pistas, seguro que tienes tu equipo de esquí siempre listo. ¿Pero y tu coche? No querrás que un fallo mecánico o una carretera helada arruinen tu escapada a la nieve. Aquí te contamos todo lo que necesitas hacer para asegurarte de que tu coche esté tan preparado como tú para conquistar la montaña.
3Batería: que no te deje tirado, que te vean y ver bien
Las bajas temperaturas reducen la capacidad de la batería y aumentan la demanda de energía del coche. Si la tuya tiene más de cuatro años, hazle una revisión antes de emprender el viaje. También es buena idea llevar cables de arranque en el maletero por si necesitas un empujón extra (o para ayudar a otro esquiador en apuros).
Los días de invierno son más cortos y la visibilidad puede verse afectada por la nieve, la niebla o la lluvia. Asegúrate de que todas sus luces funcionen correctamente, especialmente los faros delanteros, los antiniebla y las luces traseras.
Si tu coche tiene faros halógenos y sueles conducir de noche, considera cambiarlos por bombillas LED o xenón, que ofrecen mejor iluminación en condiciones adversas.