Con la llegada del frío y el mal tiempo a España, muchos moteros optan por “hibernar” sus motos hasta que las condiciones sean más favorables. Sin embargo, guardar tu moto correctamente durante el invierno no es tan simple como ponerle una funda y olvidarte de ella. Prepararla de manera adecuada no solo proteja sus componentes, sino que también asegure que esté en perfectas condiciones para arrancar cuando vuelvan los días soleados. Aquí te contamos cómo hacerlo paso a paso.
1Encuentra el refugio perfecto para tu moto y realiza un previo mantenimiento
El primer paso para proteger tu moto del invierno es elegir el lugar donde la guardarás. Aunque una funda es esencial para mantenerla a salvo del polvo y la humedad, el garaje es el refugio ideal. Dejándola a la intemperie, la exponen al riesgo de robo, a que los neumáticos se deterioren por el frío o, incluso, a multas por estacionamiento prolongado. Un garaje no solo protege tu moto de las inclemencias del tiempo, sino que también evita que los rayos del sol dañen la pintura.
Antes de despedirte temporalmente de tu compañera de aventuras, dedícale una última sesión de cuidados. Revisar algunos elementos clave garantizará que no tengas sorpresas desagradables cuando llegue el momento de volver a rodar.
Cambiar el aceite y el filtro es una prioridad para evitar que las impurezas acumuladas dañen el motor tras meses de inactividad. Asimismo, inspeccione los líquidos refrigerantes y de frenos, ya que mantenerlos en los niveles adecuados es crucial para la seguridad y el rendimiento. No olvides tampoco limpiar o reemplazar el filtro de aire y lubricar los componentes metálicos, como manetas y reposapiés, para prevenir el desgaste y la corrosión.
