Llevábamos años avisando de que el día que los fabricantes chinos decidieran llegar al mercado europeo, podría producirse una pequeña revolución… Y ese momento ya ha llegado. Se avecina avalancha de coches chinos.
Los fabricantes del gigante asiático han ido aprendiendo –gracias fundamentalmente a acuerdos de producción con marcas clásicas– no los entresijos del negocio, sino sobre todo, los estándares de calidad que se estilan fuera de las fronteras de China. Y sobre todo en el continente europeo.
Si a eso unimos, la disrupción que supone este cambio de modelo en el que los modelos de combustión clásica son sustituidos por la nueva movilidad eléctrica, el momento es perfecto para ganar clientes en el mercado europeo.
2Geely, un abanico de marcas de coches
No son los únicos que llevan menos de 10 años en el mercado. Aunque en otros casos, con objetivos diferentes. Por ejemplo, Lynk &Co, la marca chino-sueca creada por Geely con tecnología de Volvo, se fundó en 2016, aunque con el conocimiento del negocio tanto de Volvo –empresa puntera en cuanto a tecnología- y Geely, uno de los gigantes chinos en la fabricación de automóviles y que cuenta en su portfolio de productos con Volvo, Lotus, el 50 por ciento de Smart, Polestar, London Taxi… Además es el principal accionista de Mercedes-Benz. Y todo ello desde 1986, el año de su fundación.
En otros casos, los fabricantes chinos han llegado a Europa bajo el paraguas de marcas clásicas y reconocidas… además de queridas por los buenos aficionados. Es el caso de SAIC Motors, propietaria de la firma británica MG, que tras años de venderse en otros países han vuelto a nuestro continente. SAIC acumula una gran experiencia en fabricación, pues fue la primera empresa que estableció un acuerdo de fabricación con una marca extranjera (Volkswagen) en 1984.
