El placer de conducir se iguala a pocos. Suele ser sumamente agradable y placentero. La tranquilidad que brinda alejarse de la ciudad en los largos viajes en familia es motivo más que suficiente para emprender la marcha. Sin embargo, también implica ciertos riesgos y es por eso por lo que hay que saber reaccionar a ellos.
Entrar en pánico, no saber reaccionar con claridad… Una situación de estrés es muy común cuando llega un imprevisto y puede desembocar en malas decisiones. Lo más importante es siempre mantener la calma y pensar rápidamente para, después, actuar con prudencia. Pero mucho mejor será analizar cada caso particular.
3Cómo reaccionar a: parar por una avería de noche
Te habrá pasado alguna vez seguro… Si no eres afortunado. Viajas por la autopista de noche para llegar a tu destino. Crees que es lo mejor viajar cuando hay menos circulación… Pero en ese instante tu coche sufre una avería que te obliga a detenerte. Sí. A oscuras en medio de la carretera… ¿Hay motivos para tener miedo? En absoluto.
Acércate a la orilla, mantén tus luces encendidas, coloca triángulos o baliza luminosa, llama a asistencia en carretera… y listo. Es normal que estas situaciones te den un poco de respeto pero no tienes por qué temer nada ya que pronto estarás en casa sano y salvo.