Para los multimillonarios, la vida no siempre es tan glamurosa como parece. Tener un Ferrari F40, un símbolo de poder y lujo, puede convertirse en un recordatorio constante de las trampas de la memoria y las responsabilidades fiscales. Este icónico vehículo, con su elegante diseño y potente motor, no solo es un deleite para los entusiastas del automóvil, sino también una fuente potencial de problemas imprevistos.
3Por si le falta caldo, Tiriac tiene dos tazas
El vasto patrimonio de Tiriac incluye una impresionante colección de coches que cuenta con más de 400 vehículos. Entre ellos se encuentran modelos icónicos como el Porsche 911, varios Ferrari, y hasta algún moderno coche eléctrico. Esta impresionante colección está exhibida en un museo cerca de Bucarest, y también se muestra en el canal de YouTube «Tiriac Collection».
La joya de la corona es, sin duda, su Ferrari F40. O mejor dicho, sus dos Ferrari F40. El primero lo adquirió del expiloto de Fórmula 1 Gerhard Berger, y el segundo lo compró poco después. Pero lo sorprendente de esta historia es cómo olvidó uno de estos valiosos coches. Después de estacionarlo en un garaje en Múnich, donde ya guardaba otros dos Ferrari, Tiriac simplemente se olvidó de él. Diez años pasaron hasta que el encargado del garaje le recordó la existencia de su deportivo.
