España es un país serio, pero hay cosas que nos retratan. Por ejemplo, algunas prohibiciones parecen que no vayan con nosotros. Y eso es lo que está pasando con algunos dispositivos móviles, como los detectores de radar, inhibidores o avisadores. No todos estos artilugios son legales y la DGT los prohíbe expresamente con suculentas multas. Aún así, hay muchos conductores que se saltan la Ley y los portar en sus coches. Y qué decir de los talleres que los ofrecen y los montan. A continuación te contamos cómo funcionan estos aparatos y las multas a las que te exponen si te pillan.
6Los inhibidores neutralizan la señal del radar
Otra cosa son los inhibidores. También están absolutamente prohibidos, tanto en su uso como simplemente llevarlos en el coche. En este caso estos aparatos son capaces de emitir una señal que literalmente bloquea o neutraliza la del radar durante unos instantes. Estos aparatos están incluso más perseguidos ya que, incluso, pueden dañar el funcionamiento del propio radar.
Son unos aparatos más sofisticados que los detectores y suelen instalarse en lugares muy bien escondidos o camuflados del coche para que a simple vista pasen desapercibidos. El problema es que al emitir una señal, la Guardia Civil también nos puede localizar. Y en ese caso, aunque no lo vean, como saben que lo llevas, pueden incluso retener el coche en cuestión.
La multa en el caso de los inhibidores es más elevada. En este caso la sanción llega a los 6.000 euros y la pérdida de seis puntos en el carnet de conducir. Digamos que es como para pensárselo. El precio de un inhibidor ronda los 800 euros, a los que hay que sumar una instalación que varía en función de su complejidad.