Aunque a un ritmo discreto, poco a poco aumenta la tendencia de que los consumidores valoren la posibilidad de elegir un coche eléctrico en lugar de uno con motor de gasolina o gasóil. La transición energética manda para muchos gobiernos… y esto poco a poco se nota.
¿Es posible que dentro de dos décadas la mitad del parque automovilístico se encuentre poblada por vehículos totalmente eléctricos? Todo parece indicar que sí, a menos que los pocos países opuestos a frenar la matriculación de coches con motor de combustión en 2035 puedan remediarlo. Pero no parece probable… Eso sí, ya sean del tipo que sean, los coches del futuro también tendrán averías.
1Los eléctricos no nos harán olvidarnos de las averías
La sencillez de los motores eléctricos provoca que las averías relacionadas con la parte mecánica tiendan a ser menores, sí. Pero existen. Obviamente, todos los elementos comunes entre los coches convencionales y los eléctricos sufrirán los mismos problemas, es decir, cualquier avería relacionada con luces, neumáticos, suspensiones, frenos… tendrá unas características similares.
La supervisión y la revisión serán en el futuro esenciales y obligatorias. No creas que te vas a librar de la clásica ITV… Los coches eléctricos deben pasar la inspección técnica como cualquier otro vehículo que circule por las carreteras españolas. Y quizás hay muchas cosas que todavía no imaginas sobre ese momento.
