Saber que hacer, y que no, en un atasco es clave, para afrontar el estrés que produce, y así garantizar en gran medida la seguridad ante una situación imprevista. A pesar de que diariamente muchos conductores en las grandes ciudades los sufren y padecen, en otras, la eventualidad sorprende, especialmente, a la inexperiencia y el desconocimiento.
Repasamos hoy unos detalles de la conducción, que nos ayudaran a sobrellevar con tranquilidad y precaución, los atascos diarios y accidentales.
4Indicar siempre cualquier maniobra, en los cambios de carril especialmente
La comunicación es esencial para la convivencia en sociedad. En los atascos, después de mucho tiempo parados o circulando a muy poca velocidad, los conductores tienden a distraerse o a confiarse y realizan maniobras sin señalizarlas. Usar los intermitentes es esencial para que los demás conductores sepan qué se va a hacer y puedan actuar en consecuencia.
En un atasco el espejismo es percibir que una fila siempre avanza más que las otras y nunca es en la que se está. Cambiar constantemente de carril ralentiza aún más el ya de por sí ralentizado tráfico, enfada al resto de conductores y aumenta las posibilidades de accidente.