La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene una misión clara: mejorar la seguridad en las carreteras y reducir los accidentes, principalmente mediante el control de velocidad. Sin embargo, algunas de las herramientas que utilizan para cumplir esta función, específicamente los radares, están bajo escrutinio por su posible ilegalidad. Este artículo examina los aspectos clave que rodean esta controversia y plantea la pregunta: ¿están algunos de los radares de la DGT violando la ley?
2¿Están en peligro los conductores?
Varias asociaciones de conductores, han denunciado la colocación de ciertos radares que no solo podrían ser ilegales, sino que también representarían un riesgo real para la seguridad vial. Estos dispositivos están colocados demasiado cerca de los guardarraíles, que son las barreras de protección ubicadas en los márgenes de las carreteras. Para que un guardarraíl funcione correctamente, necesita un espacio libre para deformarse en caso de impacto. Se estima que este espacio debería ser de entre 1,3 y 1,5 metros, pero algunos radares de la DGT están ubicados a menos de un metro, lo que reduce drásticamente la efectividad de las barreras de seguridad.
Casos específicos de radares mal ubicados:
- Radar en el Km 1.003.350 de la N-340 : a 29 centímetros del guardarraíl.
- Radar en el Km 10.010.640 de la N-340 : a 49 centímetros de distancia.
- Radar en la N-340, Km 10.010.640 : ubicado a 81 centímetros.
- Radar en el Km 4,960 de la N-238 : apenas a 11 centímetros del guardarraíl.
Estos ejemplos ilustran cómo estos dispositivos de control de velocidad podrían estar comprometiendo la seguridad de los conductores, particularmente en casos de accidentes donde el guardarraíl debería actuar como amortiguador.
