La ciudad de Barcelona ha intensificado sus medidas de control de velocidad, y los resultados son sorprendentes. Según los datos más recientes, los radares de la ciudad multan, en promedio, más de 700 veces al día. Este dato refleja no solo el aumento en la aplicación de sanciones, sino también la urgencia de concienciar sobre los peligros del exceso de velocidad en una de las ciudades con mayor densidad de tráfico de España.
Además de reducir la siniestralidad, esta estrategia busca garantizar la seguridad de peatones y conductores.
4El desafío de concienciar a los conductores
La instalación de más radares no basta; es fundamental trabajar en la concienciación de los conductores. Campañas informativas y programas educativos en escuelas y empresas se están implementando para fomentar hábitos responsables al volante.
Con estas iniciativas, Barcelona espera no solo reducir el número de multas, sino también construir una ciudad más segura y agradable para todos sus habitantes. Lograrlo o no ha de ser cuestión de tiempo.
