El exceso de velocidad sigue liderando el ranking de las sanciones impuestas a los conductores en nuestro país y solo los radares de la Dirección General de Tráfico, DGT, formularon 3.704.675 denuncias por superar los límites permitidos. Esto supone un incremento del 21,2% sobre las realizadas en el mismo periodo del año anterior, que ascendieron a 3.056.437 vehículos sancionados.
Tráfico tiene operativos más de 1.000 radares en las carreteras españolas, tanto fijos como de tramo, y hay 50 que acumulan el 28% de las multas, en concreto 1.036.054. Esto supone que solo esos dispositivos de medición de velocidad ponen 1 de cada 4 multas de velocidad en España. De ellos, 33 ya aparecían en el ranking de cinemómetros más activos del año anterior. Los otros 17 se sitúan en nuevos emplazamientos.
Según recoge Automovilistas Europeos Asociados, AEA, en su último informe, el radar que ‘cazó’ a más conductores el año pasado superando el límite de velocidad fue el ubicado en el kilómetro 74,7 de la A-381, a la salida del túnel de Valdeinfierno, en el término municipal de los Barrios (Cádiz). El dispositivo más ‘multón’ de España tiene un récord de 79.258 denuncias y sorprende que el pasado año no se encontraba entre los 50 más activos.
Andalucía tiene los radares que más multan
Precisamente, es Andalucía la comunidad autónoma que tiene el récord de los cinemómetros que más recaudan, con 953.422 denuncias formuladas, que representan el 25,7% del total. Esto supone que uno de cada cuatro conductores sancionados por un radar al exceder la velocidad fue multado en esta comunidad. El territorio andaluz cuenta con 16 dispositivos de medición de velocidad de la DGT en la lista de los que ‘pillaron’ a más conductores el año pasado.
Andalucía tiene también el segundo cinemómetro que más multas pone en España y está en la misma carretera que el que lidera la lista, en esta ocasión en el km 37,29 de la A-381, también en Cádiz. Este radar acumuló 68.321 denuncias el año pasado.
En Málaga estarían otros dos de los dispositivos de medición que más sanciones impusieron el año pasado, situados en cuarto y sexto lugar entre la lista de los más ‘multones’. El primero de ellos está en el km 246 de la A7 e impuso 47.764 sanciones el pasado año. El siguiente se encuentra también en la A7, en el punto kilométrico 256,7 y sancionó a 44.244 conductores en 2022.
Valencia y Castilla-León completan el podio de las comunidades con los radares más activos
La Comunidad Valenciana, con 447.470 multas de radar impuestas el año pasado (12% del total), y Castilla y León, con 427.448 (11,5%), completan el top tres de las comunidades cuyos radares ‘cazaron’ a más conductores. Precisamente en Valencia, en el km 326,39 de la A7 está el tercer radar que más multa en España y que acumuló en 2022 un total de 50.387 sanciones.
Por el contrario, los radares situados en La Rioja (39.757), Navarra (83.231) y Asturias (83.993) son los que menos denuncias contabilizaron, según los datos de la asociación de automovilistas, AEA.
Las denuncias se han incrementado cerca del 300%
Otro de los aspectos que destaca el informe es el hecho de que algunos de los radares que figuran en la lista de los que más multan «han incrementado exponencialmente su actividad» en el úitimo año.
Citan como ejemplos, el radar situado en el km. 37 de la A-381, (Autovía Jerez-Los Barrios), en el término municipal de Alcalá de los Gazules (Cádiz), que ha pasado de formular 17.666 denuncias en 2021 a sancionar a 68.321 conductores en 2022.
También han incrementando enormemente su actividad los radares situados en el km. 53 de la M-40, en Madrid, y en el km. 42,2 de la GC-1, en Las Palmas de Gran Canaria, que han impuesto un 200% y un 100% más de multas, respectivamente.
La mayoría de las denuncias formuladas por los radares se producen en autopistas y autovías y no en las carreteras secundarias, donde ocurren el 70% de los accidentes con víctimas. Por eso, el presidente de AEA, Mario Arnaldo, considera que “la DGT debería replantearse su política de radares, ya que no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad, ni los accidentes, convirtiendo los radares en meros instrumentos de recaudación”.
