Cámaras, helicópteros, drones, furgonetas y motos camufladas… En España hay operativos algo más de 1.600 dispositivos y radares que vigilan el cumplimiento de las normas. Los excesos de velocidad, la obligatoriedad de llevar abrochado el cinturón de seguridad o la prohibición de usar el teléfono móvil al volante son algunas de las infracciones que se controlan por tierra y aire con medios cada vez más sofisticados. De hecho, esos son los tres motivos que generan un mayor número de sanciones unidos a los positivos por alcohol y drogas.
Este verano, a los miles de agentes que estarán sobre el terreno, se unirá todo un abanico de medios de vigilancia en el que figuran unos 780 radares fijos –92 de ellos de tramo–, 545 radares móviles, 13 helicópteros, 39 drones, 245 cámaras y 15 furgonetas camufladas. Te contamos cómo ‘trabaja’ cada uno de ellos para ‘cazar’ al infractor.
6Radares de semáforo, cámaras, furgonetas y motos camufladas
La DGT dispone también de 245 cámaras (este año ha sumado 29 dispositivos más a los que ya tenía) que vigilan el uso indebido del móvil y la utilización del cinturón de seguridad. El 60% de las mismas están ubicadas en carreteras secundarias y el 40% restante en autovías, en los puntos donde se han producido accidentes con víctimas mortales que no llevaban puesto el cinturón en el momento del siniestro. Estas cámaras pueden tomar hasta 50 imágenes por segundo.
Por otro lado, a los habituales medios de detección de infracciones se sumaron hace un par de años 15 furgonetas camufladas que funcionan como radares móviles y que son difíciles de detectar al no llevar ningún rótulo que indique que se encuentran en labores de vigilancia del tráfico. Suelen llevar las letras PGC en su matrícula y la mayoría son de color blanco. También, algunas comandancias de la Guardia Civil han comenzado a utilizar motos camufladas para realizar trabajos de vigilancia en la carretera y pillar a los infractores. Al igual que ocurre con las furgonetas, son difíciles de detectar, aunque los agentes que viajan en ellas van debidamente uniformados.
Muchos ayuntamientos también disponen de radares para controlar quién se salta un semáforo en rojo. Estos dispositivos, conocidos como foto-rojo, toman dos imágenes del vehículo en las que se vea la luz del semáforo, la matrícula y la ubicación del coche. Si el rojo está presente en las dos fotos (antes de sobrepasar el semáforo y después) habrá sanción.
