Los radares velolaser se han sumado con éxito a los equipos de control de la DGT. Cuánto más pequeños y discretos sean los radares, más efectivos pueden ser. Por eso los radares velolaser están siendo la estrella de muchos controles de velocidad.
La principal ventaja de este tipo de dispositivos que miden menos de 50 centímetros es que permiten colocarse en cualquier tipo de vía. No necesitan siquiera de la presencia de un coche camuflado, pueden colocarse directamente en la carretera con un trípode, por lo que su presencia pasa completamente inadvertida para los conductores.
4Se pueden colocar en el exterior del coche con un imán
Estos radares también pueden utilizarse en sitios más tradicionales, como dentro de una cabina de radar o encima de los pórticos, aunque este no es lugar habitual, ya que su tecnología les permite ser mucho más versátiles que los radares que se ubican a menudo en ese tipo de lugares.
Estos radares velolaser pueden encontrarse adosados al lateral de los vehículos patrulla. Aunque esto también incluye los vehículos camuflados, por lo que pueden pasar fácilmente inadvertidos para los conductores. Se fijan al vehículo fácilmente a través de un imán, y en caso de que se ubiquen en vehículos oficiales se estacionarán a la vista como parte de una labor más disuasoria.
