El año pasado fallecieron en nuestro país 1.806 personas y otras 9.265 resultaron heridas graves en siniestros de tráfico ocurridos tanto en vías interurbanas como urbanas, según el balance consolidado de siniestralidad vial, que incluye los datos de fallecidos en un siniestro de tráfico o durante los 30 días posteriores.
Son las cifras dadas a conocer por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska en el Pleno del Consejo Superior de Tráfico y Seguridad Vial, del que forman parte más de 80 representantes de organizaciones públicas y privadas. Estos datos suponen un incremento del 3 por ciento respecto de 2022 en lo que respecta a las víctimas mortales, mientras que en el caso de los heridos graves, el incremento es del 9 por ciento.
En comparación con otros países europeos, los datos relativos a los siniestros de tráfico colocan a España en el noveno país con menor tasa de personas fallecidas por millón de habitantes, con 38 fallecidos por millón de habitantes.
A pesar de que en la comparativa mundial nuestras tasas de siniestralidad no son las más elevadas, hay algo que sigue preocupando. Es el hecho de que los fallecidos vulnerables suponen más de la mitad de las víctimas, el 52 por ciento del total, porcentaje que en vías urbanas alcanza el 80 por ciento, es decir, 8 cada 10 fallecidos en las ciudades son vulnerables. A este colectivo pertenecen los peatones, motociclistas, ciclistas y los usuarios de vehículos de movilidad personal.
Medidas para frenar la siniestralidad en usuarios vulnerables
Grande-Marlaska ha reconocido que no son buenos datos y ha destacado sobre todo los 455 motoristas fallecidos, 42 más que en 2022. “Son muchos, son demasiados, los siniestros de tráfico son evitables, también los de los motoristas, por eso seguimos trabajando con medidas que nos ayuden a frenar esta sangría de siniestros con sus dramáticas consecuencias”, ha señalado.
Precisamente, el ministro del Interior ya adelantó hace unos meses algunas de las medidas para mejorar la seguridad de los vehículos de dos ruedas en las que se trabaja. En concreto, entre las propuestas destaca la modificación de los cursos para la obtención del permiso de la clase A que permite conducir motocicletas, el curso obligatorio para conducir motocicletas con permiso B con 3 años de antigüedad, y la regulación de los cursos de conducción segura y eficiente para conductores de motocicletas y también de turismos.
Además la Dirección General de Tráfico, DGT, también trabaja en la modificación del Reglamento General de Circulación para mejorar la protección de los colectivos vulnerables. Entre otras cosas, se permitirá la circulación de estos vehículos por el arcén cuando haya retención de tráfico, separando, de esta forma, a estos conductores, del resto.
Equipamiento obligatorio para motoristas
Por otro lado, para reducir la gravedad de las posibles lesiones, se obligará a los conductores y pasajeros de motocicletas y ciclomotores a llevar guantes de protección cuando circulen en vías interurbanas y calzado cerrado en todo tipo de vías. Además, el casco de protección homologado deberá ser integral o modular para los conductores y pasajeros de las motocicletas que circulen en vías interurbanas.
Además, los usuarios de ciclomotores también deberán llevar cascos homologados, una obligación para la que se establece un periodo transitorio de un año. A esto se añade la obligación de utilizar chaleco reflectante de alta visibilidad en vías urbanas para los conductores de motocicletas, ciclomotores, bicicletas y vehículos de movilidad personal que desarrollen su actividad profesional utilizando estos vehículos, con el fin de reforzar su seguridad.
Por otra parte, para los usuarios de patinetes, se fijará una edad mínima de 16 años para utilizar este tipo de vehículos y tendrán que llevar casco homologado obligatoriamente. También se contempla la inscripción de los patinetes en el Registro de Vehículos y se permitirá su uso en vías interurbanas en las que esté prohibida la circulación de vehículos de motor, para posibilitar desplazamientos entre dos municipios.
Las salidas de vía, el siniestro de tráfico más frecuente
Según los datos del Ministerio del Interior, las salidas de vía siguen siendo el siniestro de tráfico más frecuente y constituyen el 36 por ciento del total de fallecidos, un porcentaje similar al de 2022.
Destaca también que las distracciones siguen siendo el principal factor concurrente de los siniestros de tráfico mortales, con el 30 por ciento del total, seguido del alcohol, con el 26, y la velocidad, con el 21 por ciento. Además, aumentaron un 3 por ciento los fallecidos por atropellos a peatón, el 18 por ciento del total.
Por edades, el mayor número de fallecidos se encuentra en el grupo de entre los 35 y 64 años (862, 31 más que en 2022). Por otro lado, aumenta sobre todo el tramo comprendido entre los 45 y 50 años, un 10 por ciento y disminuyen un 1 por ciento los fallecidos mayores de 65 años. Los hombres siguen siendo las víctimas mortales más numerosas, con el 78 por ciento del total de fallecidos, un 5 por ciento más que en 2022.
Andalucía registra la mayor tasa de fallecimientos
Por otro lado, el año pasado hubo un descenso en el porcentaje de fallecidos que no hacían uso de accesorios de seguridad en el momento del siniestro de tráfico, aunque aún representan el 18 por ciento del total: 217 personas, 174 en vías interurbanas y 43 en vías urbanas.
Respecto al tipo de vía, el 71 por ciento del total de las personas fallecidas (1.288 personas) se produjo en siniestros que tuvieron lugar en vías interurbanas, lo que supone un incremento del 1 por ciento con respecto a 2022, 15 fallecidos más. En cuanto a los fallecidos en vías urbanas, son 518 personas, 45 más que en 2022, un 10 por ciento de incremento.
Por comunidades autónomas, Andalucía (310 fallecimientos), Cataluña (288) y Castilla y León (167) son los territorios en los que más víctimas mortales en siniestros de tráfico se produjeron en 2023. En el lado contrario estarían las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (1), la Rioja (12) y Navarra (17).
