La implantación de la movilidad eléctrica en España sigue siendo lenta. No solo porque las ventas de coches electrificados no acaban de despegar, sino también porque hay problemas con la operatividad de los cargadores debido a los trámites administrativos que tienen que superar los puntos de carga para su instalación.
De hecho, en nuestro país, hasta finales de septiembre había instalados 25.180 cargadores públicos, a los que se suman otros 8.869 puntos de recarga, que ya existen pero no dan servicio. Esto supone que el 26% del total de la infraestructura de recarga de acceso público está parada, según los datos que recoge el barómetro de electromovilidad de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
12.420 nuevos cargadores y otros 2.165 que no funcionan
En el último trimestre del año se han puesto en funcionamiento en nuestro país 2.420 nuevos cargadores de acceso público, pero hay otros 2.165 puntos de recarga que deberían haberse puesto en marcha en este periodo y que están instalados pero no operativos, bien sea porque están en mal estado, debido a averías o porque no se han podido conectar todabía a la red de distribución eléctrica.
El dato positivo es que entre julio y septiembre de 2023 se han puesto en marcha 1.495 cargadores de entre 50 kW y 150 kW de potencia, un crecimiento muy superior al de los trimestres anteriores. Este número representa el 62% del crecimiento del trimestre. En cuanto al número de puntos de recarga superiores a 150 kW –que permiten tiempos de carga más cortos, de entre 15 y 27 minutos–, abrieron 63 nuevos en el tercer trimestre.
Por otro lado, los cargadores de más de 250 kW han aumentado en 52 unidades en el tercer trimestre de 2023, mejorando el dato del trimestre anterior, que fue de 7 puntos nuevos. Aproximadamente el 85% de los puntos de recarga de acceso público de alta potencia responde a proyectos de fabricantes de automóviles.