Hace unas semanas, con motivo de la presentación de la Hoja de Ruta 2023-2025 de Anfac, el presidente de la asociación que agrupa a las marcas y los fabricantes, Wayne Griffiths, comentaba que en su opinión, para el desarrollo de la movilidad eléctrica era más importante tener coches que cargadores.
“Si hay coches eléctricos en la calle, acabará habiendo cargadores”, comentaba Griffiths en el encuentro. Y esas palabras parece que son premonitorias de lo que está ocurriendo. Porque un informe de ACEA, la asociación europea de fabricantes de automóviles identifica cómo está evolucionando la venta de coches eléctricos y la implantación de una red de puntos de recarga para cubrir las necesidades de los usuarios.
El informe de ACEA demuestra que si la cuota de mercado de los vehículos eléctricos con batería (BEV) sigue creciendo rápidamente, el despliegue de la infraestructura de carga pública no lo hace al mismo nivel, aunque, la asociación considera que ese crecimiento de las ventas de eléctricos debe estar respaldado por objetivos ambiciosos en el desarrollo de una red de infraestructura de recarga.
En la movilidad eléctrica crece tres veces más rápido la venta de coches
Pero la realidad es diferente y la velocidad a la que crecen las ventas de los 0 emisiones, no se corresponde con la velocidad que lleva la implantación de puntos de recarga. Incluso en un año malo para las ventas de coches, como 2022, esta distancia entre las dos curvas se ha ido ampliando. Porque los automóviles eléctricos han sufrido menos que el resto de vehículos la escasez de componentes.
En 2022, las ventas de coches en Europa sufrieron una bajada porcentual del 4,6 por ciento en las matriculaciones de automóviles, pero en los modelos eléctricos, se mantuvo el crecimiento. De hecho, la cuota de mercado de los BEV se expandió al 12,1 por ciento, lo que supone una mejora de tres puntos porcentuales en comparación con 2021.
Y ese crecimiento de las ventas de coches es mucho más intenso que el de la red de cargadores. ACEA lo ha cuantificado y en los últimos seis años, desde 2016, la ventas de coches eléctricos se han multiplicado por 17, mientras que la red de cargadores solo lo ha hecho por seis.
En números absolutos la red de puntos de carga en Europa ha pasado de 77.000 a casi 480.000 en los últimos seis años. Sin embargo, cuando vemos las cifras de ventas de coches eléctricos, de los 118.000 vendidos en 2016 se llega a rozar los dos millones el pasado año. Un crecimiento tres veces más rápido que en la venta de coches que en la implantación de una infraestructura que dé apoyo a ese creciente parque de coches eléctricos.
La movilidad eléctrica en España crece demasiado despacio
Y si en la suma total, los resultados europeos pueden considerarse como más o menos correctos, el análisis más detallado, por países, muestra grandes cambios entre unos lugares y otros. Porque, tal como se anunciaba en esa Hoja de Ruta presentada por Anfac, Europa se está partiendo en dos velocidades en cuanto al desarrollo de las infraestructuras… Y España se está quedando en el furgón de cola.
Anfac acaba de hacer público su Observatorio de la Movilidad correspondiente a 2022 y los resultados no son nada halagüeños. Por ejemplo, la evolución de la infraestructura de recarga en España durante 2022 solo ha crecido 3,3 puntos porcentuales mientras que en la media de los países de Europa lo ha hecho un 7 por ciento y en países como Portugal, lo hace nada menos que un 13 por ciento.
Con ello, nuestro país sigue acrecentando la distancia con otras naciones de nuestro entorno. Y si la infraestructura no crece –de los 45.000 puntos de recarga que se deberían haber añadido este año a la red, solo se han sumado 13.411-, en las matriculaciones tampoco vamos mejor. El índice de penetración de vehículos electrificados –no solo eléctricos- creció en nuestro país solo un 3,6 por ciento y se sitúa en el 23,2 por ciento cuando la media europea de los 27 supera el 51 por ciento. Y si nos fijamos en Portugal, que ha avanzado mucho y muy rápido, vemos que nos dobla en penetración, con un 45,6 por ciento.
La realidad es que, por los datos de ACEA, las ventas de coches eléctricos animan a que aumente la red de cargadores… Aunque en España hay que animar las dos cosas si no queremos quedarnos definitivamente atrás.