Quizás te veas en la necesidad de recurrir una multa por que consideras como injusta la imposición de la sanción. No recuerdas los hechos, estas seguro de que no te corresponde, observas algo anormal en la notificación, piensas que la actuación policial de alguna forma justifica que presentes las alegaciones oportunas, a fin de que el proceso sancionador se detenga en tu favor.
Para ello te contamos los pasos a seguir o las claves para realizar un recurso, y al menos hacerlo bien.
1El recurso y la veracidad del agente sancionador
El proceso sancionador, una vez iniciado no se detiene, salvo que por derecho hagas uso del amparo que la ley te proporciona, mediante las alegaciones, para las que la propia ley te otorga plazos y formas de presentarlas. Y todo esto al margen de que tus consideraciones pasen por creer que la sanción o multa ha sido totalmente injusta.
Fruto de la condición humana, los errores no escapan a nadie, y aun cuando lo ideal es que todos los conductores cumplan los reglamentos, siempre hay quienes con dolo, imprudencia o ignorancia, cometen infracciones sancionables, pero contra las que se puede presentar recurso.
Por otra parte se ha de fijar en la antesala de estos procesos la verdad que en derecho se conoce como carga de la prueba, y que da veracidad al testimonio, que los agentes de la autoridad practican en los millones de boletines de denuncia que redactan. Es decir, por la propia condición de gestor de la autoridad en sala o despacho judicial, sus señorías asumen la verdad en los testimonios de los agentes, sin alterar la presunción de inocencia que garantiza la constitución, y has de ser tu quien demuestre lo contrario.