Si bien faltan muchos años para que la totalidad de los coches que circulen por las carreteras sean eléctricos, la fecha prevista para que los motores de combustión dejen de venderse si este definida. La comisión europea plantea que en 2035 los tradicionales gasolina y diésel desaparezcan del mercado, y por ende, de nuestras calles y carreteras.
Con esta previsión y el constante crecimiento del parque automovilístico, en esta modalidad no contaminante, las preguntas y dudas aparecen a la misma velocidad. ¿Está la red de distribución preparada? ¿existen suficientes garantías de oferta y atención a los clientes demandantes de energía eléctrica? ¿Qué ocurre si todos cargan el coche a mismo tiempo?
4Algunos puntos podrían necesitar reformas
Anticipándose a posibles escenarios, Pérez Villegas aborda la pregunta sobre la carga simultánea de todos los vehículos, explicando el concepto de coeficiente de simultaneidad y cómo los contadores eléctricos inteligentes podrían gestionar eficientemente la demanda a lo largo del día. Señala que, en caso necesario, se podrían adaptar centros de transformación en zonas residenciales.
El texto subraya que, en resumen, incluso con la carga simultánea de todos los vehículos, la red española estaría preparada para afrontar el desafío, posiblemente adaptando algunos centros de transformación. Destaca el compromiso de las empresas y la red eléctrica española para hacer frente a futuros desafíos, evidenciado por la inversión sustancial, como los 47.000 millones de euros previstos en el nuevo Plan Estratégico de Iberdrola, con un enfoque significativo en la mejora de las redes eléctricas.
