Si bien faltan muchos años para que la totalidad de los coches que circulen por las carreteras sean eléctricos, la fecha prevista para que los motores de combustión dejen de venderse si este definida. La comisión europea plantea que en 2035 los tradicionales gasolina y diésel desaparezcan del mercado, y por ende, de nuestras calles y carreteras.
Con esta previsión y el constante crecimiento del parque automovilístico, en esta modalidad no contaminante, las preguntas y dudas aparecen a la misma velocidad. ¿Está la red de distribución preparada? ¿existen suficientes garantías de oferta y atención a los clientes demandantes de energía eléctrica? ¿Qué ocurre si todos cargan el coche a mismo tiempo?
5Dando luz a la casa desde el coche
Un punto clave resalta la importancia de las redes inteligentes, que superan a las tradicionales al incorporar sistemas automatizados de información y control, aumentando la eficiencia y la eficacia. Además, se destaca la futura posibilidad de que los vehículos eléctricos admitan la bidireccionalidad, contribuyendo al suministro de energía a hogares o al sistema en momentos críticos.
En conclusión, el artículo proyecta confianza en la capacidad de la red eléctrica española para satisfacer la creciente demanda de energía con la electrificación del transporte en la próxima década, respaldada por inversiones pasadas y presentes y el desarrollo continuo de tecnologías avanzadas en el sector eléctrico.