Hace unos días os hablamos de lo que estaba por venir en un artículo previo a este, pero ahora ya es oficial y os podemos contar todos los secretos. La casa del rombo ha creado un monstruo con 275 caballos que bien podríamos denominar como el pequeño Frankenstein. Con los siguientes datos entenderéis mi cariñoso apodo.
Un corazón mecánico de 275 CV
Decorado con los colores del monoplaza de la Fórmula 1 en el año de su vuelta a la competición con nombre propio, este Clio R.S. 16 combina de manera perfecta el Amarillo Sirius del equipo oficial con detalles en negro brillante. Pero lo mejor del Clio no se encuentra en su exterior sino en su interior, más concretamente del interior de su vano motor.
Y es que cuando se levanta la tapa uno queda sorprendido por lo que ve. Nosotros, jóvenes incautos, pensabamos que la mecánica que movería a este «pequeñín» partiría del motor 1.6 turbo que ya conocíamos. Sin embargo, Renault Sport ha actuado como el médico loco de la novela de Mary Shelley y ha transplantado el motor 2.0 que monta el Mégane R.S. 275 Trophy con sus 275 cv y 360 Nm de par motor. ¡Casi nada!
Pero hacer una cosa así no ha sido fácil, ya que poner este nuevo propulsor ha supuesto cambiar los anclajes al chasis y retocar toda la parte mecánica para endosar la refrigeración y la caja de cambios provenientes del Mégane. Un reto que ha sido rematado con un escape y un silencioso completamente nuevos firmados por otro doctor, el señor Akrapovic.
Para digerir satisfactoriamente todas estas mejoras mecánicas había que retocar la pisada del nuevo Clio R.S. 16, así que la carrocería se ha ensanchado 60 milímetros para acoger unas vías de mayor anchura, unas llantas de 19 pulgadas y, de paso, mejorar la refrigeración de todo el conjunto.
De momento no hay ninguna información que indique que este engendro de la compañía gala pueda convertirse en una realidad, aunque conociendo a Renault Sport es probable que pueda salga en una edición especial.