El Grupo Renault ha anunciado que convertirá su fábrica de Flins, en Francia, en la primera de toda Europa dedicada por completo al reciclaje de vehículos y componentes con el objetivo de conseguir un balance negativo de CO2 en 2030.
La fábrica de Flins se construyó en 1952 y en la misma se han montado modelos como el Renault 4, 5 y 18. En 1990 comenzó a fabricar el Clio, en el 93, el Twingo, y actualmente monta el eléctrico ZOE.
La transformación de la fábrica de Flins en esa Re-Factory para convertirse en la primera fábrica europea de economía circular dedicada a la movilidad se hará entre 2021 y 2024 y el objetivo es emplear a más de 3.000 personas para el año 2030.
La reconversión se estructurará en torno a cuatro áreas, que abarcan toda la vida útil del vehículo y los principales pasos de la economía circular: suministro, ecodiseño, economía funcional, mantenimiento, reutilización, durabilidad de la batería, etc.
Cuatro divisiones
Esas cuatro áreas, que operarán de forma conectada, comprenden la denominada Re-trofit, que reunirá las actividades que permitan alargar la vida útil de los vehículos. Integrará una parte donde se reacondicionarán coches usados, otra para la conversión de vehículos térmicos hacia otro tipo de energías, servicios de reparación de flotas, de fabricación de piezas con impresoras 3D, un centro de pruebas y prototipos para medir la durabilidad de los automóviles y materiales, etc.
El área Re-Energy de la factoría se centrará en las baterías y en el desarrollo de aplicaciones para darles una segunda vida. En Re-Cycle se congregarán las actividades del Grupo que contribuyan a una gestión eficiente de los recursos, se instalará una línea de desmantelamiento de vehículos fuera de uso, etc. Por último, el área Re-Start se destinará a promover y desarrollar el conocimiento industrial y a la investigación e innovación en materia de economía circular.