La luna del coche es uno de los elementos de seguridad más importantes de un vehículo. No debe presentar ninguna imperfección, y ante el más mínimo desperfecto tienes que repararla. Cualquier pequeño desperfecto del cristal reduce la resistencia del parabrisas en un 70 %.
La luna cumple una función vital de protección en un accidente, y si el cristal no está en perfecto estado, el vehículo puede aplastarse más fácilmente en caso de impacto. Por ello no debemos subestimar el estado de los parabrisas y tratar siempre de que estén en perfecto estado.
1Comprueba que las lunas no tengan ningún desperfecto
Hay que tomarse muy en serio el estado óptimo de los cristales del automóvil. A parte de los riesgos derivados de una mayor probabilidad de aplastamiento del coche en un accidente, existe un factor principal que debes tomar en consideración: unas lunas en mal estado reducen la efectividad del airbag del vehículo.
Por todo lo anterior, no debes pasar por alto ningún desperfecto presente en el parabrisas de tu coche y tienes que llevarlo al taller para que acometan una reparación lo más pronto posible. No hacerlo deviene en un riesgo totalmente innecesario para la integridad de los ocupantes del vehículo.