El Gobierno ignora las peticiones de Repsol y Cepsa. Todo apunta a que, en cuestión de unos pocos días, se hará oficial la no renovación de la bonificación de los 20 céntimos del combustible, del que hasta ahora habían podido disfrutar todos los ciudadanos. Un contratiempo que no contenta ni a los conductores, ni a las gasolineras, que pedían medidas desde el gobierno para seguir luchando contra la inflación en el precio de los carburantes.
Las gasolineras piden medidas al gobierno para que ayude a luchar contra la inflación de los precios del combustible, igual que las que ha tomado para bajar el precio de la luz y el gas. Pero desde el ejecutivo parecen dar la espalda a este tema, y de prorrogarse la bonificación, todo apunta a que solo podrán beneficiarse de ella unos pocos conductores.
2Por qué la medida de los 20 céntimos no se aplicaba directamente en el precio por litro
Esta medida de los 20 céntimos ha ayudado a los conductores durante muchos meses en los que el precio del gasoil y el diésel rozaban cifras inalcanzables. Una bonificación planteada por el gobierno para no asfixiar por completo la economía de las personas que necesitaban hacer uso diario de su vehículo para ir a trabajar, pero planteada de manera minuciosa para que no supusiera ningún esfuerzo para las arcas del Estado.
De hecho, la recaudación del Estado ha tenido un gran impulso gracias al aumento del precio de los combustibles. Recordemos que el precio del gasoil y la gasolina está gravado por diferentes impuestos: en total el 50% del precio de la gasolina va para el estado y el 45% del diésel también. Al aplicar la bonificación de los 20 céntimos a posteriori, el Estado se aseguraba la recaudación completa de los impuestos, y luego devolvía una pequeña parte. Si los 20 céntimos hubieran sido un descuento aplicado directamente sobre el precio, la recaudación en impuestos habría sido menor.
