La alerta por el precio de los combustibles no ha cesado. Una vez que se eliminó la bonificación de los 20 céntimos por litro, el precio del combustible volvió a subir en España. Repostar ahora el depósito cuesta un 39,2% más que antes de que el Gobierno pusiera fin a esta ayuda para los conductores. Pero la pesadilla no acaba aquí.
Entre los distintitos culpables del aumento de precio del diésel y la gasolina, se encuentra indiscutiblemente la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha contribuido a la crisis de recursos energéticos que se vive en Europa. Pero lejos de mermar su impacto, el efecto que tiene la guerra sobre los conductores españoles puede ser aún mayor.
2El precio del diésel se puede disparar en los próximos meses
El 5 de febrero entrará en vigor la ley que prohíbe la importación de gasoil ruso, y sería ingenuo pensar que no va a tener una repercusión directa en la movilidad de Europa. Muchos países de la UE se han adelantado a esta medida y han ido llenando sus reservas de diésel. Tanto es así, que en diciembre se alcanzó un cifra record de 8,2 millones de toneladas de gasóleo importadas a Europa.
Aunque la dependencia del gasóleo ruso ha menguado desde que estalló la Guerra, Rusia ha seguido suponiendo algo menos del 30% de las importaciones europeas de diésel. Según algunos analistas, este veto de la UE equivale a renunciar a 14.000 piscinas olímpicas llenas de diésel cada año. Un mandato que puede tener un mayor impacto en nuestro país, ya que somos uno de los países que más consumen este tipo de combustible.
