La alerta por el precio de los combustibles no ha cesado. Una vez que se eliminó la bonificación de los 20 céntimos por litro, el precio del combustible volvió a subir en España. Repostar ahora el depósito cuesta un 39,2% más que antes de que el Gobierno pusiera fin a esta ayuda para los conductores. Pero la pesadilla no acaba aquí.
Entre los distintitos culpables del aumento de precio del diésel y la gasolina, se encuentra indiscutiblemente la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha contribuido a la crisis de recursos energéticos que se vive en Europa. Pero lejos de mermar su impacto, el efecto que tiene la guerra sobre los conductores españoles puede ser aún mayor.
3Repsol y Cepsa alertan sobre las consecuencias de esta medida
Esta medida no pilla de nuevas a las petroleras. Se anunció el cinco de diciembre, pero se dio un margen de tres meses para facilitar más tiempo a las compañías y que pudieran acumular el mayor número posible de reservas de carburante.
Repsol y Cepsa, las principales petroleras que operan en España, ya han avisado al presidente del Gobierno de las consecuencias que esta medida europea tendrá sobre todos los españoles, ya que el sector del comercio y los transportes se verán duramente afectados por la subida de los precios.