La alerta por el precio de los combustibles no ha cesado. Una vez que se eliminó la bonificación de los 20 céntimos por litro, el precio del combustible volvió a subir en España. Repostar ahora el depósito cuesta un 39,2% más que antes de que el Gobierno pusiera fin a esta ayuda para los conductores. Pero la pesadilla no acaba aquí.
Entre los distintitos culpables del aumento de precio del diésel y la gasolina, se encuentra indiscutiblemente la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha contribuido a la crisis de recursos energéticos que se vive en Europa. Pero lejos de mermar su impacto, el efecto que tiene la guerra sobre los conductores españoles puede ser aún mayor.
4España sufrirá más el impacto de esta medida
España será uno de los países que más note el impacto de esta medida, ya que el 70% de los vehículos utiliza propulsores diésel, una cifra muy superior a la media europea. Josu Jon Imaz, presidente de Repsol, y Maarten Wetselaar, presidente de Cepsa, avisan claramente al Gobierno de que esta medida supondrá un nuevo aumento del diésel en los próximos meses, aunque descartan que vaya a haber problemas de suministro de este carburante.
Josu Jon Imaz, advirtió hace unos meses de que “nos estamos quedando sin destilados medios en algunos países europeos”. Entre esos destilados medios se encuentran productos derivados del petróleo como el diésel, el combustible para calefacción y el combustible para aviones.